AZÚCAR; LA COCAÍNA DE NUESTRA COCINA

Si tuviese que comenzar a prohibir de un modo radical un alimento de vuestros carros de la compra, no lo dudaría ni un momento, sacaría vuestras bolsas de AZÚCAR. Este polvo blanco, aparentemente inofensivo, nos va matando poco a poco a muchos niveles. Es la cocaína que nos venden como alimento, y como tal, engancha y mata.

El ser humano desde sus inicios tiene una tendencia natural hacia los sabores dulces, esto es algo muy justificable, ya que los azúcares simples son los menos presentes en la naturaleza y por tanto nuestro deseo por lo dulce es una forma en la que la madre naturaleza (siempre sabia) regula nuestras carencias. Lo complejo del tema es que los alimentos dulces no suponen un riesgo para nuestra salud, todo lo contrario, si queremos una alimentación sana todos pensamos en frutas... Sin embargo, el azúcar blanco NO ES UN ALIMENTO!!!

Este deseo por lo dulce fue descubierto por la industria y desde ese momento hemos sido tratados como títeres de sus deseos de venta. Si alguien quiere que su producto alimenticio sea un éxito de mercado, no tiene mas que hacerlo de un sabor que atraiga al consumidor, ¿y como conseguirlo? ¡CON AZÚCAR!

El azúcar ha sido introducido en la totalidad de los productos que comemos actualmente y sorprendentemente cuando tomamos azúcar no solo nos gusta sino que se crea una adicción comparable a cualquier droga dura...La industria alimentaria por tanto ha conseguido un producto que no solo hace que sus alimentos estén buenos sino que ademas consiguen que repitamos la compra. Pero ojo: Todas las drogas tienen efectos secundarios.

Cuando ingerimos cualquier hidrato de carbono, nuestro cuerpo con una gran sabiduría funciona a la perfección: Primero empieza a ser absorbido en la boca y a medida que va siendo digerido a lo largo de todo el sistema digestivo, va siendo asimilado en la forma mas simple: la glucosa, estas pequeñas moléculas llegan a la sangre y son identificadas, una vez identificadas, el páncreas segrega insulina, que podríamos decir que son unas pequeñas carretillas que hacen llegar a nuestros órganos las moléculas de glucosa. Sin esta glucosa no podríamos vivir, es imprescindible para nosotros.

El azúcar de mesa que todos conocemos, es un hidrato de carbono y por tanto el funcionamiento sería como hemos explicado, con una pequeña diferencia de tiempo: Cuando ingerimos azúcar, entra de un modo tremendamente rápido al torrente sanguíneo una cantidad brutal de moléculas de glucosa, estas son detectadas y el páncreas rápidamente segrega una cantidad grande de insulina para poder transportar a los órganos estas moléculas, a tal velocidad los órganos no son capaces de almacenar las moléculas de glucosa y las rechaza, una vez pasado por diferentes puntos, la insulina decide que algún sitio debe depositar la glucosa...El cuerpo es sabio y sabe que si no lo va a necesitar hoy, seguramente otro día si, y lo lleva a una gran puerta grande, muy cómoda y siempre disponible para ser almacenado; es la puerta de las GRASAS. Es decir ese azúcar no utilizado es almacenado en forma de grasa, de ahí que en cualquier dieta se elimine el azúcar.

Hasta aquí parecería algo inofensivo, no sería más que una sustacia que engorda, pero va más allá: Una vez que ha ocurrido este proceso, se ha producido un pico de insulina, que ha estado por encima de lo normal, tras esta subida, cae en picado para alcanzar la hipoglucemia, y si el cuerpo tiene poca glucosa pide más, es decir, tiene necesidad de tomar mas glucosa. Es exactamente el mismo proceso que sufrimos cuando estamos bajo los efectos de cualquier droga adictiva, una vez pasados los efectos, el cuerpo pide más.

Por tanto, estamos ante un alimento que engorda y que crea adicción, pero esto no es todo.

Este estrés al que sometemos a nuestro páncreas, hace que se debilite y que por tanto poco a poco sea menos eficiente, podemos llegar a producir una diabetes con el tiempo y a corto plazo no asimilar bien los alimentos que tomamos porque el páncreas no estaría realizando correctamente su función. Las grasas que son acumuladas son "grasas malas" y por tanto afecta a nuestras arterias, corazón y en definitiva a todos nuestros órganos, es por ello, por lo que yo siempre he pensado en que esta sustancia que compramos inocentemente en el supermercado debería de llevar igual que el tabaco un texto: "el azúcar perjudica seriamente su salud".

Lo preocupante de todo, es que no solucionamos el problema si eliminamos el azúcar de nuestra compra, ya que prácticamente todos los alimentos enlatados, cocinados, confitados, conservados, etc. están acompañados de grandes cantidades de azúcar: zumos, tomate en lata, sopas, refrescos, panes, todo tipo de conservas, etc. Eliminar el azúcar es una labor difícil, pero empecemos por lo fácil, eliminemos el azúcar de nuestras mesas.

Y cómo vivir sin azúcar?? Durante años, hemos consumido azúcar y hemos perdido el gusto por los alimentos, es por ello por lo que no podemos concebir tomar un café o un té sin azúcar, todo tiene solución: volvamos al pasado! nuestras abuelas casi siempre tenían razón.

El azúcar blanco es un producto químico que sale de la caña de azúcar (a veces de la remolacha), este producto es sometido a procesos hasta obtener el azúcar refinado tal y como lo conocemos, este no tiene ningún nutriente interesante, es un alimento vacío. Si fuésemos capaces de eliminar los procesos químicos y tomar azúcar puro, estaríamos haciendo un gran favor a nuestro cuerpo.

OPCIONES PARA SUSTITUIR EL AZÚCAR:

- La panela o azúcar de caña pura, es el resultado de extraer la sustancia que esta en el interior de la caña sin procesos químicos, es decir, el azúcar que tomamos pero con todo lo que le retira la industría, incluimos por tanto sustancias interesantes como minerales, vitaminas y fibra. siempre que se pueda tendremos que tomar este tipo de azúcar porque al tener fibra el índice glucémico es menor, perjudicando menos la labor del páncreas. Se debe de tomar con precaución porque sigue siendo un azúcar simple alto en calorías.

- La fructosa, es en apariencia y aspecto similar a nuestra azúcar blanco, sin embargo, su índice glúcemico es muy inferior. No se nota la diferencia y es mucho más saludable.

- Otra posibilidad mucho más adecuada, es edulcorar con melazas. Tienen una gran capacidad de endulzar, un índice glucémico menor y grandes cantidades de minerales y vitaminas. Recomiendo el de ágave por ser menos espeso y de sabor neutro pero hay una gran variedad.

- Otra alternativa es la estevia. La estevia es una planta de sabor dulce,  un edulcorante natural con cero incidencia en el páncreas, es decir, no engorda, se puede tomar en cualquier momento y lo pueden tomar los diabéticos sin ningún problema. Lo hay en infusión y en extracto liquido.

Bajo ningún concepto debes endulzar con edulcorantes artificiales como la sacarina, aspartamo, maltinol, etc. Ante la duda, es mejor tomar azúcar que estos edulcorantes. Las bebidas light como están edulcoradas con estas sustancias son más perjudiciales que las azucaradas.

A nivel emocional, los sabores dulces intentan equilibrar la falta de "dulzor". En momentos amargos el cuerpo intenta equilibrar con sabores dulces, si lo haces con azúcar el desequilibrio se multiplica. Por tanto ante momentos depresivos o tristes, no te des atracón de helados. :-)

Cuídate con cuidado!